Rozaduras por la mascarilla, cómo evitarlas

Las rozaduras por la mascarilla se han convertido en un incordio para muchas personas que por su trabajo deben usarlas muchas horas al día. Te contamos cómo evitarlas.

La mascarilla ha llegado, al parecer, para quedarse al menos durante un tiempo con nosotros. Su uso es incómodo, pero fundamental para reducir los riesgos de rebrotes. Si bien la mayoría de las personas no necesitan utilizarlas demasiado tiempo cada día, otras por su trabajo las tienen que llevar puestas durante horas.

El resultado son ezcemas, rojeces, irritación de la piel, aumento de la grasa y los granitos, rozaduras detrás de las orejas… En resumen, las mascarillas terminan por hacernos polvo la piel del rostro. ¿Cómo evitarlo? Hay algunos trucos.

Para evitar las rozaduras por la mascarilla detrás de las orejas se han difundido muchos trucos, desde sujetar los elásticos con horquillas en el pelo para que no se enganchen detrás de las orejas a unir ambos elásticos con una cinta que ponemos por la cabeza. ¿Pero, qué hay del rostro?

Llevar mascarillas durante mucho tiempo tapando esa zona de nuestra cara genera un exceso de humedad que hace que los poros se dilaten. Aumenta la sudoración de la zona y las posibilidades de sufrir acné.

Lo primero que recomiendan los dermatólogos es limpiar bien la cara, con más cuidado que nunca. Utiliza un jabón neutro y un tónico por las mañanas y por la noche.

Debes buscar un jabón o una limpiadora que no sea excesivamente agresivo, que esté indicado para tu tipo de piel para no eliminar su barrera protectora. Busca fórmulas suaves, no astringentes, que limpiarán tu piel sin agredirla.

No olvides después la hidratación. Elige una crema ligera, mejor si tiene ingredientes calmantes que neutralicen la rojez y ayuden a cerrar los poros.

¿Y qué hay del maquillaje? Las mascarillas no son en principio demasiado compatibles con el maquillaje. Resulta imposible llevarla puesta y que no terminen manchadas, lo que puede reducir su efectividad.

Si te maquillas, hazlo de forma lo más ligera posible. Si puedes utilizar solo una crema con algo de color mejor. Y los polvos bronceadores, mejor dejarlos, porque acabarán en la mascarilla y te saldrán brillos con rapidez por la falta de ventilación.

Busca ingredientes como la caléndula y la vitamina C en tus productos de limpieza e hidratación facial para conseguir reducir las rozaduras por la mascarilla y hacer que curen más rápido.